Harinaos del Sur en Concepción: colaboración, identidad y gracia.

Por Juan Cristóbal Díaz (@cris_malaspulgas)

15 de Julio.

Tropiconce amaneció asoleado y frío. Los sentidos bien dispuestos luego de una semana beata. En un centro penquista agitado, rayado y tirao a Blade Runner se esconde un pasillo hacia el gimnasio del Club Deportivo Lord Cochrane (1916), locación de la última versión de @harinaosdelsur. 

El colectivo tras esta feria de vinos abre un portal: rescatan tradiciones y proponen jugar limpio y con gracia. Son generosos, solidarios y abiertos del mate: siempre hay debutantes en sus filas y se apañaron luego de los últimos incendios —se trata de economías frágiles—. También dan una oportunidad para definir más la identidad gastronómica local y oxigenar el turismo de Ñuble y Biobío. 

Tras varias vueltas, me topé con estas joyas:

Pitarrilla, Pet Nat País 2022, Santa Cruz de Cuca, Valle del Itata

Basile Wehrlé de @la_basilona_ es un franchute arriesgado y pelusa que elabora cervezas y vinos. Este año debutó el degüelle en un pét-nat de país. Recurre al método ancestral sin aditivos y se trata de un cultivo orgánico de parras bicentenarias. Buenísimo y definido le quedó este cierra-gargantas: seco, de burbujas finísimas, fresco y ahumado. El frío había decantado beneficiosamente todos los vinos por esos días.

Una botella sería un hit acompañando pinchos de pescados ahumados o anchoas, pichangas frescas o de frentón unos erizos. Desde otra vereda, este pét-nat está flor para maridar platos condimentados de oriente: thai, de la India o china de Sichuan. Ojo con este talento, alta gastronomía.


Vermut Cuarenta, Concepción City

Atención-atención mastermixers, curahuillas de sofá y amargados del Negroni. El Chef Andrés Martínez (@vermut_cuarenta), simpático del tuétano, prepara en Conce diferentes vermuts. Usa especias como ajenjo y poleo, también enmurtado y siempre vinos del Itata. Prioriza botánicos del Biobío. Este nuevo mejor amigo logra una impecable y florida versión local de un producto universal. Al primer sorbito dan ganas de comerse unos canapés surtidos o galletitas con paté casero. De escuchar a Julio o a Rafael. Dele de esto a sus suegros: pida la mano y el pie. Me acordé de un bautizo por ahí el año 90: hacían arar una jarra de Manhattan (Whisky y Vermut). Deber es revivirlo y tomar con decencia: paremos la piscolería. Se agradece la preocupación de Andrés por preparar un cóctel con hielo, mandarina y soda a quien se asomara a su stand. Recomendado a ciegas.

Moscatel-chasselas, LA KURA 2022, Magdalena, Valle del Itata

Una familia dichosa empuja a La Kura Wines (@lakurawines) en Magdalena, Coelemu. Respetan el riego natural y la biodiversidad de un viñedo que data de 1787. Su último moscatel-chasselas 2022 ya en boca te deja calladito. Eso es gracia: es difícil describirlo. Testifico que hay frutos de verano, hierbas y minerales. Elegantito total, tómese en Londres o en Laraquete (y les soplo que han logrado unos buenos puntitos con esta maravilla). Ya en nariz penan ostras, cholgas al vapor, esos perdidos picorocos, erizos, ceviches y mariscales fríos. Anillo al dedo para la marisquería del Ñuble y Biobío. Súmelo al sushi de su quincena. Lindo sería encontrarlo en los restaurantes finolis de las caletas locales.

País Real Raíces de Chintú 2022, San Nicolás, Valle del Itata

José Luis Sepúlveda (@vinaraicesdechintu) heredó antiguas técnicas de vinificación y harta porfía. Su procedimiento es 100% natural y su uva proviene de parras centenarias. Y aunque usted no lo crea, este joven cosecha la Uva País a mitad de abril y lo conserva en roble, distanciándose de la vinificación usual del Itata. Su etiqueta de País Real logra más alcohol, una notita dulce, es oscuro y levemente denso. Se asoma cauteloso el vino de misa. Sería idealísimo para compartir un bife a lo pobre con un amigote o la familia. Y se la puede perfecto con una sopa de cebollas. Camaleónico para ir desde el cerdo hasta el cordero.

Y así es la cosa.

Perdón por tantas omisiones en la nota: todos y todas sudan orgullo y talento. Quedaré siempre atento a los próximos Harinaos del Sur.

¡Salú hasta el fondo!

PD: Gran elección el espacio. Baños impeques.

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