Cholitas del Cacao: amor por la buena comida

 

Por Isidora Díaz

Paz Franco (32) y Florentina Rogers (33) [@cholitasdelcacao] se conocieron poco antes del estallido. Cansadas de Santiago, arrancaron al campo de la familia de Flo, de Curicó a la cordillera. De vuelta trajeron cerezas que vendieron en una feria, a amistades y hasta en la calle. Les fue tan bien, que partieron a Lo Valledor y armaron canastas de vegetales para vender a domicilio. Pero algo les hacía ruido: no tenían idea de dónde diablos venían las verduras. Y en Lo Valledor los precios fluctuaban de manera especulativa, sin ninguna relación con el valor real del alimento y del trabajo que hay detrás.

De a poco se fueron amigando con productores agroecológicos de Santiago y la V región. Hoy trabajan con 8, de María Pinto, Melipilla, Talagante, Maipú, El Monte y Putaendo, a los que se han ido sumando vecinos productores que aprovechan los mismos viajes.

Las cholitas ofrecen canastas de vegetales en dos tamaños, fruta, semillas, legumbres y harinas; arrope, miel y polen; pan y masas de pizza de masa madre; tortillas de maíz, café y buen chocolate; los quesazos de @esoesqueso, pastas de @masses.cl, cervezas de @hastaprontobrewing y hasta detergentes bio. Y cada semana, tientan con delicias estacionales como tomates de colores, flores de zapallito, papas topinambur e hinojos. Los envases son reutilizables.

Abren los pedidos en cholitas.cl de domingo PM a martes AM. Los miércoles reciben los productos y los jueves entregan. Así, acortan a un día o dos el tiempo entre cosecha y reparto: todo llega turgente y aromático. De no encontrar productos agroecológicos agregan algunos convencionales, especificando siempre de qué tipo es cada cosa. Los precios son justos y el sistema, más una compra colectiva que un negocio, funciona como relojito –se nota que ambas son ingenieras comerciales–.

Para mí, ha sido un gran descubrimiento. El tener que encargar con anticipación, pensar en qué voy a necesitar y planificar lo que cocinaré, sólo me conecta más con los verdaderos tiempos de la naturaleza. Viviendo en una gran ciudad, considero que es un regalo y una bienvenida alegría semanal. ¡Larga vida a las @cholitasdelcacao!

Anterior
Anterior

Un viaje de comida, amor y autodescubrimiento.

Siguiente
Siguiente

La Cocina Sertralina