“B”, de basta

 

Por Isidora Díaz

Nada hacía presagiar…

Nada hacía presagiar…

Esperábamos a almorzar a Pepa y su Kris, que es más danés que tarro danés de galletas danesas, y su guagua. Andaban de paso por Chile. Teníamos ostras, un chupe y papayas marca Guallarauco con crema. La idea era saciar los antojos marinos de Pepa y que Kris probara algo bien chileno.

“Kris, te apuesto que no has comido papayas… son 100% chilenas, no existen en otra parte”... Y Kris con cara extraña. Probamos y un sabor metálico ataca la boca: las papayas sabían rabiosamente a endulzante artificial.

Un ingrediente intruso en una preparación tan tradicional: face palm

Un ingrediente intruso en una preparación tan tradicional: face palm

En la letra chica advertimos no solamente el añadido de sucralosa; ¡además las papayas venían de Perú!. Y no de Longotoma, localidad consignada en la etiqueta.

Me imagino a un gerente comercial criado a punta de Chocapic: “tirémosle sucralosa no má, así le sacamo el sello”; “perrín, si en Perú salen harto más baratas”.

“Producto peruano”.

“Producto peruano”.


¿Cuántos tarros de papayas Guallarauco se venderán a precio de oro, mientras en Coquimbo, Maule y Biobío familias campesinas postulan a proyectos y procesan sus papayas, apenas subsistiendo? Ellos sí compran el azúcar y se instalan a revolver un almíbar.

Que no se malentienda: aun cuando no la compraría, no estoy en contra de que exista la opción “light”; entiendo que hay quienes simplemente no pueden comer azúcar. Mi punto es que DEBE salir claramente en la etiqueta, y que DEBE usarse aditivos de inocuidad probada.

Más aún cuando ya se ha publicado nada menos que en Nature y en Food Chemistry (Oliveira et al, 2015; Einsenreich et al, 2020) que la sucralosa, al calentarse, se degrada generando compuestos clorados potencialmente nocivos, algunos de ellos probados disruptores endocrinos. Es más: la Unión Europea prohibió en 2018 el uso de sucralosa en dulces horneados.

Me pregunto, ¿a las papayas Guallarauco, les ponen sucralosa antes o después de cocinarlas en almíbar?

Con suerte comemos papayas un par de veces al año, siempre con ocasión de celebrar un bautizo, un 7 en la prueba, la pega nueva. Es un producto tan tradicionalmente nuestro; ¡lo más sagrado se atreven a profanar! Por lo demás, la sucralosa no está confirmada como inocua.

Lo de @guallarauco es una canallada y un rasquerío. Con las papayas NO, señor.

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