El We Tripantu está de moda

 

Por Pamela Villagra

 

Bastó un festivo para que lo indígena sonara. Pocos entienden la relación del solsticio y los pueblos originarios, pero se alegran de un feriado vestido de reivindicación. Aunque no se sabe muy bien por qué, hay que estar del lado de lo indígena; lo contrario sería poco popular.


La ignorancia es atrevida. 9 de cada 10 chilenos no ha compartido nunca con un integrante de algún pueblo originario; no han escuchado del “rehue”; y no asocian el charquicán a nada ancestral. Hemos vivido de espaldas a las cosmovisiones originarias que definen a Chile como un país mestizo y sabroso.

Mucho hay que caminar. Aprovechando que hoy es 24, año nuevo indígena, reflexionemos sobre lo que a mi juicio es el mayor gestor de diálogo social e intercultural: el alimento.

Poner a lo indígena de moda es reconocer que la supervivencia de la humanidad se ha debido a los alimentos originarios producidos por ellos; a la despensa andina y su ancestralidad. ¿Qué sería del mundo sin el maíz; la papa, la quinua; las frutillas? A los pueblos originarios debemos buena parte de los básicos de la alimentación humana. Celebrar lo indígena implica también valorar que Chile es posible gracias al intercambio de semillas, animales y prácticas culinarias entre culturas.

Como pocos gestos sociales, el comer relaciona a las personas con su historia de manera irrefutable. Entender el territorio y dialogar con los pueblos originarios desde sus ollas es fundamental para fortalecer nuestra identidad y salvaguardar la diversidad y riqueza cultural chilena. Es frente a un plato donde todos convergemos.

En este We Tripantu reivindiquemos la cocina como un espacio de interculturalidad. Que nadie se quede sin probar una patasca atacameña; un milcao chilote; una kalapurka aimara; un pulpo rapa nui; un toyo chango, una centolla yagana. Porque la gastronomía es un ámbito en el que todos cabemos, en el que diferentes culturas podemos compartir nuestra forma de ver la realidad. Es siempre un espacio de pertenencia amable y de bienestar.

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